jueves, 28 de julio de 2011

Parte 8


En el transcurso de mis vivencias, he descrito con  toda sinceridad las cosas buenas y otras  no tanto. Quiero también, dejar constancia con toda sinceridad, de las palabras de una persona que hace años me definió
Era un amigo del pueblo llamado Fermín, un señor mayor que después de buscar y remover todos los archivos de Cataluña había terminado un libro de la historia de nuestro pueblo. Muy satisfecho, un día me enseñó un Diploma, que le había otorgado, el Decano de la Universidad de Barcelona como premio a su libro. Por el cual lo felicité.
Este señor me corregía mis escritos en catalán. Un día, al ir a recoger uno de mis escritos me dijo: María quiero decirte algo, pero no quisiera que te enfadases conmigo. Tanto rebuscaba para disculparse que por último le dije: dímelo de una vez, y no me hagas sufrir más. Lo siento pero hace tiempo que quiero decirte que eres un brillante sin pulir. Respiré,  me sentí halagada, ya que un brillante sin  pulir  no deja de ser un brillante.  Si,  contestó, pero pulido hubieras llegado lejos, cosa que ahora no podrás. Fermín le dije, este brillante sin pulir ha llegado más lejos de lo que jamás pude  imaginar. El me contesto; ya sé, que tu y Joaquín habéis hecho muchas cosas, pero no me refería en este sentido. Me marché diciéndole, esté  tranquilo que no me ha molestado, sino todo lo contrario.
Era verdad; para mí, fueron las palabras más bonitas que una persona podía decirme.

Todos los años recibía propaganda del cursillo de Relaciones Humanas de Dale Carnegie que  Eduardo Criado hacía en el Hotel Ritz.
Muchas veces había pensado en hacerlo, pero por el trabajo jamás lo intenté. Ahora tenía la oportunidad de hacerlo; hacía días que había tomado la decisión de no volver más  al despacho. Estaba resentida y furiosa con todos los trabajadores de casa. Joaquín estaba enfermo; había sufrido un infarto y cuando el cardiólogo le preguntó a que se dedicaba, le contestó  que tenía una empresa. El doctor le contestó que no era de extrañar su enfermedad, ya  que en poco tiempo había atendido a  varios empresarios igual que  él. Este, era mi resentimiento contra ellos, ya que en parte, consideraba que ellos eran los responsables del estado en que se encontraba mi marido. Tal vez era injusto,  pero en aquellos momentos lo pensaba. Necesitaba cambiar de ambiente y conocer gente nueva; el tremendo sinsabor que sentía dentro de mi alma me hacía desconfiar de todo y eso es peor que no confiar en uno  mismo.

Empecé el curso. El primer día todos los compañeros sentados en un banco, que los
pies no nos llegaban al suelo. Nos preguntaron por qué queríamos hacer el cursillo.
Mi lugar era el penúltimo. Todos  tenían título universitario y cargos importantes en
empresas; en aquellos momentos me hubiera gustado desaparecer, pero allí estaba. Así
que pensé “coge el toro por los cuernos” y sé sincera, al llegar a mí, contesté; en primer lugar quiero decir que no tengo ningún título universitario y que este cursillo no sé si lo necesito. Cuando lo hubiera necesitado por mi trabajo no pude hacerlo, ahora que no trabajo,  he pensado  hacerlo.
Así, acabó el primer día. Nos advirtieron que la próxima charla seria sobre un hecho de nuestra infancia. No tuve que pensar mucho para saber lo que diría. Todavía y a pesar de los años transcurridos guardaba en mi mente la antipatía hacia  la maestra que no me quiso en su escuela y la expliqué. El caso es, que daban dos premios,  uno por los votos de los compañeros y el otro del instructor y sus monitores que consideraban la charla mejor. Mi sorpresa fue cuando el instructor me llamó para darme el premio; era simplemente un bolígrafo; igual que un  chaval con zapatos nuevos me fui contenta a casa con mi premio, para mí era muy importante.
De una de las charlas, guardo un buen recuerdo de uno de mis compañeros del cursillo. Se trataba de explicar una anécdota cómica pasada en el transcurso de nuestra vida. La mayoría eran chicos  de treinta y cinco a cuarenta y cinco años, todos explicaron hechos humorísticos de  cuando habían hecho el servicio militar. Mi charla fue sobre la primera vez que tuve en mis manos un teléfono. Uno de nuestro compañeros era dibujante, hacía cómics y trabajaba en una agencia publicitaria, a los quince días se nos presentó con todas la anécdotas plasmadas en cómics, que nos regaló a cada uno de nosotros con una dedicatoria muy simpática. Todos le felicitamos por su ocurrencia  tan espontánea. Hoy forma parte en el álbum de mis recuerdos.
Al final del curso, el tema de la última charla era sobre lo que habíamos aprendido durante el curso y las reglas que habíamos aplicado. Aquella semana, había preparado mi charla. Pero debido a un imprevisto el mismo día cambié el tema.
Dos días antes, un chico que trabajaba  en casa viniendo,  tuvo un accidente con su moto y se mató.
Joaquín por su estado no pudo ir al entierro. A pesar de que me había propuesto, no ver jamás a ningún trabajador, le  dije a mí esposo, que yo sí que iría. Quería comprobar  si era capaz de aplicar las reglas que nos habían enseñado en el cursillo. Joaquín temía que me disgustara y no quería que fuera.
Todos los de la fábrica estaban presentes en el entierro y acompañamos al difunto hasta el cementerio. Al llegar allí, con buena cara los saludé. Les di la mano a todos y me dirigí a uno del comité que era de los más moderados, diciéndole: Joaquín está enfermo, y yo también; dejamos a nuestros hijos en la fábrica, solamente os pido, que los ayudéis, para que no pase igual que en la casa Humet (era la fábrica más grande del pueblo y había cerrado) porque hoy, cuando se cierra una fábrica ya no se vuelve abrir y todos salimos perjudicados. El contestó: Señora María, esté tranquila por sus hijos, que nosotros haremos que la casa Alfaro, jamás  tenga que cerrar.
Esta fue mi última charla del curso. El hecho era reciente, así que cuando hablaba me emocionaba por lo que contagié a todos mis compañeros. El instructor me abrazó  y me besó diciéndome: María eres una mujer maravillosa. Todos me dieron su voto y volví nuevamente a casa con un bolígrafo como premio de mi última charla del curso Dale Carnegie. A partir de este hecho, me reincorporé   durante un tiempo a mi despacho por las mañanas.
Este año la Cámara de Comercio organizó otra Feria en Sudamérica, esta vez en Ecuador.
A  mi esposo le interesaba ir, ya que hacía tiempo teníamos tratos con industriales de Bogotá para montar una Comercial allí. España cada día estaba peor, las suspensiones de pagos estaban a la orden del día y las empresas, una hacía caer a la otra. Abrir un mercado en Sudamérica era la única salida que Joaquín veía para soportar el temporal; así que decidimos ir a Ecuador.
Esta vez no me gustaba ir; dejando a mis hijos dentro  de una mar tan revuelta, me hacía sentir una angustia que me desesperaba. Joaquín me decía que tenía que estar tranquila, que no me preocupara, que él lo tenía todo bien atado y no pasaría nada. Hacía pocos días se había firmado el Convenio de acuerdo con los trabajadores y habría un tiempo de calma, además, preveía estar días  fuera de casa y quería que estuviésemos juntos.

La Feria de Ecuador se celebraba en Guayaquil; en general poco se vendió, pero dejamos un camino abierto de cara al futuro, ya que estaban con necesidad de todo.
Al terminar la Feria alquilamos un taxi y nos fuimos a Cuenca donde había un posible cliente. Por el camino no vi nada que me llamara la atención, salvo unos pueblos que estaban construidos totalmente con caña de bambú, sobre una plataforma sostenida con gruesas cañas a un metro del suelo. Tanto las paredes como la plataforma eran con la caña abierta y plana y las puertas y ventanas eran un  agujero. Aquella parte es muy calurosa,  ya que está a nivel del mar. Fuimos a la fábrica del señor interesado en la máquina elevadora, pero tenía el patio en tan malas condiciones que la máquina no hubiera funcionado y Joaquín prefirió no venderla hasta que arreglara el patio.
También con el taxi nos fuimos a Quito, el panorama era completamente diferente. Cruzamos la cordillera de los Andes. En lo alto de aquellas  montañas, sobre  pequeñas llanuras se  encontraba algún pueblo.


Antes de llegar a Quito estábamos a una altura de más de 3.500 m. Vimos un pueblo abajo, en el valle junto al  río.  Desde arriba parecía que había dos, por la deficiente  construcción de las casas. El chofer al ver mi interés nos bajó hasta el.  En una parte del río estaban  las típicas cabañas de los indios que nos presentan en las películas. Nos acercamos  a una que había  abierta.  Dentro  vimos tres palos  y en ellos colgaba una olla y un indio medio escondido que después de insistir mucho logré hacerme una fotografía con él.
La otra mitad de casas eran sencillas pero de construcción como las nuestras; al preguntar al chofer a que era debido aquella diferencia, contestó: unos practican la religión católica y los han enseñado a rezar y conformarse con lo que tienen; los otros son protestantes,  y además de enseñarles a rezar también les han enseñado a trabajar. No puedo juzgar si las afirmaciones que nos hizo el chofer son ciertas o no.


Al llegar a Quito los dos tuvimos el mal de altura. Quisimos visitar el mismo día el lugar más bonito, pero también era el más alto, sin saber que debíamos de esperar al siguiente día para hacerlo, ya que nuestro cuerpo no está habituado a estas alturas y se debe esperar para evitar lo que nos pasó. Solo hicimos lo imprescindible y nos marchamos, no obstante, antes de irnos visitamos  una Iglesia que toda ella era de oro. Es impresionante, paredes y techo todo revestido de finas láminas de oro de unos 10 cm..de largo por unos 6 de ancho. Estas láminas, se podían  comprar en la misma iglesia y colocarlas en los puntos que aun faltaban. No hace falta decir que para mí era una cosa incomprensible. Ver tanta riqueza y al mismo tiempo tanta pobreza en el país.
Para volver a Guayaquil, hicimos otro recorrido, pasando por Sto. Domingo de las cabezas rojas, con el fin de visitar a unos catalanes que montaban una fábrica de cerámicas. Nos explicaron  referente al nombre del pueblo era debido a que antiguamente los habitantes llevaban pintadas las cabezas de este color. Estos viven en las montañas, pero bajaban al pueblo al mercado, para comprar y vender. Nosotros vimos a varios.
En Guayaquil, vivían desde hacía años una familia de Sta. Perpetua, amigos de los padres de Joaquín, y quisimos visitarlos. A pesar de que hacía mucho tiempo que salieron de Cataluña y que gozaban de una buena posición, sin embargo se añoraban mucho de su tierra. Pasamos todo el día hablando del pueblo y de los cambios, que se habían  producido desde que ellos salieron. La señora, nos puso discos de sardanas y nos comentaba que escuchaban mucha música catalana. Al sentirla hablar de esta manera, y encontrarnos tan lejos de nuestra tierra, sentí una emoción tan fuerte que me hizo llorar.
Unas horas después sentí la necesidad de hablarle a mi querida Cataluña

Des de terra equatoriana                                 Desde tierra equatoriana
Una filla catalana                                            una hija catalana

Catalunya avui per tu a plorat                         Cataluña, hoy por ti, ha llorado
Al sentir el cant d´una sardana                        al oír el canto de una sardana
Tot elseu cos ha vibrat.                                  Todo su cuerpo ha vibrado
Un gran mar ens a separa                               Un gran mar nos separa
Mès la seva aigua es tan clara                         Pero su agua, es tan clara
Que veig el pirineo,                                        Que veo el Pirineo
Veig la blanca neu, veig el sol radiant,             Veo, su blanca nieve, veo el
                                                                     sol radiante
Que l’està reflectin                                         Que se está reflejando
I esparpalls de foc, el continent  han creuat     Chispas de fuego, el continen
                                                                     te han cruzado                                                        
I la nit equatoriana tot el cel a il-luminat.          Y la noche Equatoriana todo el
                                                                     Cielo ha iluminado
Sol y lluna s’han trobat                                  El Sol y la Luna se han encon-
                                                                     trado
En dolcesa  s`han besat,                                 Y con dulzura, se han besado
I a te filla catalana                                           Y a tu hija catalana
En fermesa aixi mateix li han parlat:                 Con firmeza, así mismo, le han
                                                                     hablado

Deixa de plorar, deixa de plorar,                     Deja de llorar, deja de llorar..            
Que no hi ha continent ni mar                         Que no hay continente, ni mar
Que estimi a Catalunya                                   Que quien a Cataluña estime
Que d’ella la pugin separar                             De ella la puedan separar. 
                                                                            


Hecho el trabajo en el Ecuador nos fuimos a Colombia, donde estábamos en tratos  para montar una Comercial con tres industriales del país.
Estuvimos más de dos meses en Colombia.
En Bogotá nos alojamos en el hotel Tequendama, más que hotel parecía un pueblo internacional de ejecutivos en plena actividad. Había gente de todas las razas. Desde el hotel hice una fotografía, para que se viera la montaña de Monserrate. En ella, había una iglesia, y en el altar mayor, un Cristo con ese mismo nombre, y que la gente de allí le tenían una veneración  igual que nosotros a nuestra Virgen de Monserrat.
Desde Bogotá nos fuimos con un jeep a Cúcuta, cruzando la cordillera oriental de los Andes. La carretera, estrecha y llena de agujeros, parecía una cuerda dentro de un saco, había tramos verdaderamente peligrosos; aunque llevábamos un conductor acostumbrado a aquellos caminos, había momentos que temíamos saltar por aquellos barrancos a los que no  se veía su fin. Las cruces que se encontraban en el camino demostraban la cantidad de gente que había perdido la vida dentro de aquellas montañas. A pesar de estos inconvenientes, el viaje fue magnífico. Era curioso, cuando estabas cerca de algún pueblo, encontrábamos mujeres hilando y andando al mismo tiempo.
Era un paisaje maravilloso, que jamás podías imaginar encontrar dentro de aquellas  montañas tan altas, cuando pasamos por el valle de Tenza, daba la sensación que lo contemplabas desde un avión. Dominando todo el valle y viendo la diversidad de colores verdes, aquello  parecía un inmenso mosaico romano; tal como lo sentí le hablé.

Antes de alejarme de ti,                                  verde dorado tu trigo
linda Colombia                                              preparándose para la siega.
te quiero cantar                                              Negra azabache tu tierra
toda tu belleza                                                jugosa para su siembra,
que en estos días                                            esperando  ansiosa
he podido admirar                                          unas manos amorosas
Desde tu capital                                              sean rudas o callosas
a Cúcuta me dirigí                                          esparcen su semilla sobre ella
cruzando tu valle de Tenza                             cual madre agradecida
el que jamás pude imaginar,                           el fruto de sus entrañas
tanta grandeza ¡tanta belleza!                        en su día le hará entrega.
mis ojos contemplar.                                    ¡Oh linda y hermosa Colombia ¡ 
Todo tu valle es un inmenso jardín                tu tierra es fértil y generosa
por que la diversidad de su verdor                 que tus hijos te sepan valorar;
le da un mundo lleno                                      solo así podrás darle
de fantasía  y color                                          toda tu riqueza, solo así,
Verde intenso son tus árboles,                        encontraran su bien estar.
verde esmeralda tu hierba

                              Y aun puedo decirte más ¡linda Colombia!
                                        tus montañas son tan altas
                                        que parecen rozar el cielo
                                        y Dios al tenerlas tan cerca
                              extendió su mano convirtiendo todo tu Valle en
                              este hermoso e inmenso mosaico romano

                                  
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                           PUESTA DE SOL EN LOS ANDES


Ayer al atardecer                                       y antes de acostarse                                                     
cuando atrás                                               sobre  ella derramó                                        
el Valle de Tenza dejé,                              un rayo de luz escarlata
a lo lejos divisé                                         iluminando su montaña
en una de tus altas montañas                    de verde, azul, blanca y encarnada 
que parecía rozar el Cielo                         como si un pintor              
una nube perezosa                                     hubiese dado pincelada
blanca como un copo de nieve                 dejando color arco iris
sobre de ella se deslizaba                         tu montaña pintada        
igual que esponjoso algodón fino            Fue un momento fugaz      
suavemente acariciaba .                            que junto a ti linda Colombia    
Más el Sol celoso de la nube blanca.         no volveré a ver nunca más.
también quiso embellecerla                               



Dos días tardamos en llegar a Cúcuta, ya que nos paramos por el camino a visitar fábricas de cerámica.
Coincidimos  en Cúcuta con el día de mercadillo, donde bajan los indios de la Guajira una vez por semana a vender sus mercancías. Estos,  según me explicaron, son colombianos, lindantes con la frontera venezolana; más ellos no quieren ser ni de un país ni del otro, están orgullosos de su estirpe y solo dicen ser guajirianos. Les compré dos mantas juajirianas (dos vestidos típicos del país.)

A pesar de no ser un viaje turístico lo  que nos llevó a Colombia, tuve ocasión de conocer un poco a aquella gente.
Concretamente En Bogota, con las personas que nos relacionábamos, vivían en la parte norte de la ciudad y las fábricas las tenían en el sur, cosa que me facilitó para conocer Bogotá  de punta a punta. La mayoría de las noches estuvimos invitados a cenar entre nuestros futuros clientes. Nos reuníamos cada día los mismos, en diferentes casas. Joaquín era la voz cantante en aquellas reuniones; todos estaban atentos a sus explicaciones. Era curioso y me hacía gracia sentir  tratar a mi esposo de “ doctor Alfaro”; supongo que pensaban que era ingeniero.


El norte de la ciudad era fabuloso; zonas ajardinadas y de grandes mansiones; la entrada a ellas, cerrada con un barrera y un guardia jurado con su casita.
Cuando visitabas las fábricas ubicadas en el sur, la panorámica era tan diferente, que no parecía solamente que habías cambiado de pueblo, si no de mundo. Era increíble ver un cambio tan radical en una misma ciudad.

Iban pasando los días y perfilando el montaje de la Comercial, a través de los presuntos socios hicimos muchas amistades; tengo que decir que son una gente de una simpatía encantadora y un trato tan amoroso, que si no hubiera sido por mi estado intranquilo pensando en mis hijos y lo que había dejado en casa, me hubieran sentido mucho mejor. Joaquín no paraba, todo el día haciendo contactos entre unos y otros para prever las perspectivas de cara al futuro.  Volvía siempre muy ilusionado. Recuerdo el día que vino lleno de entusiasmo. Mediante un presunto socio, había conectado con el director principal del Banco Cafetero, importante como aquí el Banco de España. Estos tenían un centenar de almacenes de café  distribuidos por todo el país y se interesaron por
Nuestras  máquinas. Se hicieron unas pruebas sobre el terreno, en la máquina se tenía que hacer modificaciones para adaptarla a sus necesidades  y  que funcionara. Esto, se quedó en proyecto a fin de  resolverlo en casa y nuevamente volver allí  para hacer pruebas. 
Yo,  a pesar de que muchas tardes venían unas amigas, esposas de ceramistas, a buscarme al hotel para visitar la ciudad, pasaba muchas horas sola y me entretenía leyendo y escribiendo.
Los primeros días me sorprendió, una cosa muy natural pero que yo desconocía, era que estabas en plena luz del día a las cinco de la tarde y de pronto, como si se le diera a un interruptor quedábamos a  oscuras. Era  de noche. Luna y estrellas brillaban en el firmamento. Un día al contemplarlas  pensé  en mis hijos y hablando con ellos les envié mentalmente un mensaje, claro,  pero sin llegar a su destino:

Luna plateada                                                al habernos alejado
como perla nacarada                                      en un tiempo de dureza
incrustada en el cielo estás                              y tan lleno de crudeza
junto a ti las estrellas                                     es estar frente a una Empresa
brillan con más intensidad                             donde no existe comprensión
convergiendo noche en día                            ni mucho menos compasión.
por la luz que tu irradias                                Diles que….
con serena claridad.                                        sea día, sea noche.                              
Al tu cara contemplar                                     a Dios pido con fervor
bondadosa y sonriente                                    no los abandone,
en mi alma siento                                           sean fuertes y valientes,
tus rayos penetrar                                           capaces de resistir
para hacer mi tristeza olvidar                         todas las dificultades
Más yo te digo;                                              que les pueden surgir.
eso si puedes lograr                                        Diles que…
si entregas a mis hijos                                     a mis nietecitas
el mensaje que te voy a dar.                           ansiosa su abuelita 
Mañana cuando junto a ellos estés                 esperando verlas está, y,
diles que…….                                                si mi Sandrita me conocerá
los rayos que hoy los alumbras                      y al verme en vez de besarme
alumbrantes  su madre ayer,                          se me echará a llorar.
y están llenos                                                  Y a mi pequeña Laia
de ternura y dulzura                                      deseo con locura conocerla ya,
que desde otro continente                              solo entre sueños he visto
amorosa envié.                                               y quiero verla en realidad.
Diles que-------                                          para estrecharla entre mis brazos
cada día que pasa                                           acariciarla y besar.
más en mi pensamiento están                        Luna plateada
y cuanto más lejos de ellos,                          como perla nacarada
mi corazón más cerca de ellos está                incrustada en el cielo estás,
Diles que……                                                junto a tus estrellas
espero la noche                                              cual hija es más bella
por que en mis sueños siempre están,            no se puede precisar
siento el calor de sus besos                             tu me vas a comprender
y las caricias que me dan                               si te pido que a mis hijos
 pero siento tristeza,                                       el mensaje no les des
al pensar si sufrirán                                       Bálsamo ha sido para mi
Mi corazón presiente                                     al poderte hablar así :
amarguras pasarán.                                        mi corazón se ha deshogado
Es pesada la carga                                         mi tristeza ha pasado
que sobre ellos hemos dejado                        y no quiero recordar
ni a mis hijos dar ningún pesar.                    por si su alma está
Solo te pido como madre                              dentro la oscuridad
la luz que hoy me iluminas                           con tu serena  luz
ilumines a ellos  mañana                               llenarla de claridad.
con mucha más intensidad












En setiembre recibimos noticias de casa.  Habíamos aumentado la familia con la llegada de mi segunda nieta Laia, hija de José mi hijo mayor. No hace falta decir que nos llenó de alegría al recibir la noticia.












Unos días despues, recibí una carta de mi nieta Sandra, la cual he querido colocarla aquí. Así, ella la podrá recordar.



Al cabo de unos días conteste a la carta de mi nieta Sandra, y también a Laia a pesar de que ella no podía escribir también le escribi otra.



Sandra niñeta meva t’ix de dir             Sandra niña mia, te tengo que decir
Quan la teva carta vam llegar              que cuando leimos tu carta
Ens vas tant emocionar                        nos emocionamos tanto
Que els teus avis vas fer plorar            que nos hiciste llorar
No dubto pas                                        no dudo
Que més grandeta estàs                        que has crecido
Amb una forta abraçada                       con un fuerte abrazo
El nom d’avis expresar                         nuestros nombres dirás
Convençuda estic                                 convencida estoy
Que canviada estaràs                           que cambiada estarás
Dels retrats que jo tinc                         de los retratos que tengo
Pels dos mesos que han passat           después de dos meses que han pasado
Però pot estar segura                            pero puedes estar segura
Estimada nineta meva                          mi querida nieta
Mès bonica i mès Formosa                   preciosa y hermosa
Que més entremeliaduras faràs             que por más travesuras que hagas
I paraules mès diràs                              y palabras que me digas
Des de que et vaig deixar                      desde que te dejé
Però m’agradaria saber                         pero me gustaría saber
Si de dir avi has après                           si ha decir abuelo has aprendido
Que jo si et coneixeré                           yo si te conoceré
El que m’entristeix al pensar                lo que me entristece, es el pensar
Si tu em reconeixeràs també                 si tu, también me reconocerás
Reineta meva                                        Reina mía
Espero amb il-lusió, no tardar               espero con ilusión, no tardar
Tenir-te entre els meus braços              tenerte entre mis brazos
Poder-te acariciar                                  poderte acariciar
I a la teva pícara carona                         y en tu pícara cara
Un  dolç petó donar                               un dulce beso darte.

                   
         A mi nieta Laia

Laia niñeta meva                                Laia niña mia
Encara no em coneixes                       todavía no meconoces
Així es que en vaig a presentar           así, que me voy apresentar
Soc la teva avia María                         soy tu abuela María
Que de tu molt lluny està                    que de ti, muy lejos está
Les circumstancies no van permetre   las circunstancias no me van permitir
Veure’t el món arribar                         verte llegar al mundo
Però aixo no ha sigut obstacle            pero esto no ha sido obstáculo
Per poder-te ja estimar                         para poderte querer
Doncs des de que vas néixer                pues desde que naciste
Dintre el meu cor et sento ja                dentro de mi corazón estás
Un  dia no tenies de vida                      un dia, tu todavía no habías nacido
Quan et vaig somnià                            y en sueños te imaginaba
I et vaig veure tant petiteta                  y te veía tan pequeña
Igual que les niñetas                            igual que las muñecas
Que tinc per col-leccionar                   que colecciono
I estaba tan atribolada                          y estaba tan atabalada
Que no sabia por on t’agafaba             que no sabía como cogerte
Quatre vegadas més                            cuatro veces más
Entre somnis t’he vist                          en mis sueños te he visto.
Com un procès dia a dia                       y dia a dia
Es anat canviant                                   has ido cambiando
Cada vegada t’he vist més gran           cada dia, te he visto mas grande
I de veritat niñeta                                 y de verdad, mi niña
El veure el teu retrat                             al ver el retrato
Que els teus pares m’han enviat           que tus padres me han enviado
No m’ha sorprès                                    no me ha sorprendido
Es igual com t’havia sonmiat                 eres igual  que te había soñado
Laia bonica i Formosa                            Laia, bonica y preciosa
Pels pocs diez que tens                           por los pocos días que tienes
Es difícil m’entenguis aquests moments  es difícil que me entiendas ahora
Mes no importan t’has de dir                 pero no importa, te tengo que decir
Que sento alegría al pensar                    que siento mucha alegía, al pensar
Que sense molt tardar                             que sin mucho tardar
Veure els meus somnis                           veré mis sueños
Convertits en realitat                              convertidos en realidad
Tenir-te entre els meus braços                tenerte entre mis brazos
Poder-te amanyagar                                poderte arrullar
I a la teva carona                                     y en tu carita
Un dolç petó donar                                 un dulce beso darte.


Un día nuestro representante junto con su esposa quisieron darnos a conocer un lugar histórico donde formó parte activa España.; no recuerdo el nombre de este pueblo. El motivo es que había un pequeño puente donde España perdió la batalla, al no poderlo pasar se retiraron del país. Nuestro representante nos  quiso hacer una foto diciendo; el puente que no pudieron cruzar los españoles lo cruzaran dos catalanes.

Junto a él hay una gran plaza y en medio una llama que hace años está encendida, también hay un monumento en memoria del general que ganó la batalla.
Acompañada por las esposas de nuestros amigos, visité la Catedral de la Sal. Es una obra fabulosa, una Catedral atípica, pero  maravillosa. Para llegar a ella, tuvimos que andar unos veinte minutos por un túnel con muchas curvas y de mal andar sobre la sal, por ser muy fácil el resbalar, además el  fuerte olor de la sal molestaba en la garganta.
Según los colombianos es única en el mundo, yo pensaba que tenían razón.






Unos días más tarde con las mismas amigas visitamos el Museo del Oro. Es impresionante desde que entras en él. Organizan pequeños grupos parar visitar la sala, ya que es como una caja de caudales: se abre automáticamente y quedas encerrada en ella un determinado tiempo hasta que se abre de nuevo. Tomé nota de esta información que transcribo por encontrarla interesante, así como el poema.
Fundado en 1.939, el Museo del Oro de la Republica, cuenta con el patrimonio más representativo de joyas prehispánicas a nivel mundial. Más de 33.000 de orfebrería, 13.000 de cerámica, 3.000 de líticos, 1.000 de concha, provenientes de culturas indigenaza precolombinas como la Sinú, Tairona, Muísca, Quimbaya, Calima, Nariño,  Tumaco. San Agustín y Tierradentro; son expuestas al público en forma didactica ilustrando, al mismo tiempo, la cultura y mitología  de indígenas. Es notable el “Salón  Dorado” que se encuentra al final del recorrido, y que
reproduce el lugar mítico de la laguna de Guatavita, con una muestra        de 8.000 piezas de oro.



                              

                                  Según el mito:

Con la fuerza de la luz,
El Sol creó el universo.
Y le dio vida y pertenencia.
También creó el jaguar
Con el calor de su poder,
Y la voz del trueno, que es la voz del Sol.
El oro, lo  infundió su potencia y su luz.
El Chaman, el poder de proteger a los hombres.
El día en que el maíz  se siembra,
El oro, semilla del Sol, se ofrece
Al agua en la laguna.
Y entonces la tierra florece, y de su fruto…

Mis amigas querían que visitase Monserrate. Como antes he comentado es una montaña donde en la cumbre hay una iglesia y en el altar mayor está  Jesucristo en la Cruz y su nombre es Monserrate; por su blancura se destaca en toda su ciudad como aquí el Tibidabo.  Es venerada igual que aquí la Virgen de Montserrat. Su interés era porque les habían dicho que estaba allí la Virgen de Montserrat que algún catalán había regalado. Si, había una Virgen, pero no era la Moreneta.
Al día siguiente desde mi hotel y de cara a la montaña, así le hable;




Monserrate  delante de mí estás,             Ayer a tu montaña
Eres bella no se puede negar,                  Monserrate yo subí
Pero en parte tu belleza                           Porque me dijeron 
Es la blancura de tu iglesia                     mi “ Moreneta” estaba allí.
Que se hace destacar                               Una vela yo compre
En toda tu ciudad,                                    para darte un poco de luz
En cuanto tu montaña                              mi cara pudieras ver
Es igual a la demás                                  y tal vez reconocer
Sin pasión te voy a describir                  era hija de tu tierra
Mi montaña catalana                              hace días lejos de ella                      
En el mundo no hay otra igual,              y mi tristeza hacer desaparecer
De belleza tan original,                          Más al llegar
Toda ella es una escultura                     si una Virgen encontré
Incapaz de realizar                                pero tuve desilusión
Mano de hombre alguna,                       por no ser tu mi “Moreneta”
¡ Tanta grandeza…!                               La que yo esperaba ver,
¡ Tanta belleza…!                                  Para hacerme olvidar
Y de haber un escultor                           mi nostalgia y mi pesar
Este es solo el Señor. ´                          Más al momento reaccioné
La pureza de su piedra                          y a la Virgen le dije: ¡¡perdóname!!
Tan bien moldeada está,                       que importe sea tu nombre
Es toda una filigrana                            Carmen o Mercedes
Formando un ·serrat·                            si eres la misma Madre
Ganándose su bello nombre                  del Dios que me vio a nacer.
¡¡ MONTAÑA DE MONTSERRAT   ¡!   Así que, la vela yo encendí
Orgullo de nuestra tierra,                     y a la Virgen prometí,
Porque en ella encierra                  que al pisar de nuevo tierra Colombiana
En su divina iglesia                             Monserrate haría entrega
Nuestra MORENETA                          de mi Virgen catalana
Nuestra Virgen venerada                     y al sentir nostalgia de mi tierra
De todos los catalanes                         a ella recurrir…ya que junto a ella
Madre fue proclamada.                      Mi espíritu en Cataluña haría revivir.



              


 A  primeros de diciembre, y a pesar de que estaba muy adelantado el montaje de la Comercial, no veíamos el final. Aquella buena gente todo lo que tenían de simpáticos  lo tenían de calmosos. Había  que estar  encima de ellos para que las cosas funcionasen.

Tengo una  anécdota, que no quiero dejar de comentar por lo cómica que fue. Estábamos en el hotel, eran las siete de la tarde, cuando Joaquín me dijo: Vamos a  dar un paseo. Yo  le advertí que era peligroso. Por la mañana había ido a ver una amiga que estaba a tres manzanas del   hotel Tequendama, que está situado en una gran avenida, mucho más ancha que la  Diagonal, de Barcelona. Se puso a llover, por  lo que me refugié  en una tienda; la dueña,  me dijo que era un atrevimiento ir sola por allí, pues había muchos rateros y a los extranjeros les robaban todo lo que podían.  Dejó de llover y me fui.  Parada en un semáforo un señor me repitió lo mismo, al llegar a la oficina mi amiga  ídem de ídem. Joaquín mirando en la ventana me dijo; no seas tonta, mira cuanta gente va por la calle. Salimos a pasear por la gran Avenida, en ella vendían fruta como aquí las paradas de helados. Compramos chirimoyas y mangos excesivamente maduros, nos las pusieron dentro de dos bolsas de papel, las llevábamos en el brazo como si fuese un crio. . Los dos íbamos con gabardina, el brazo donde se lleva el reloj cogido  al mío así como también la mano y mirando al suelo, porque que había unos agujeros que podías esconderte en ellos. De pronto Joaquín alarmado me deja de la mano y se la pone sobre su reloj y me dice: ¡ “ ostras”! pensaba que me habían robado el reloj, mientras, estira  de la cadena, y en ella el reloj
había desaparecido. Al momento vimos un chico de unos diez y siete años que corría como una liebre; mi marido detrás de él
gritando ¡¡ladrón, ladrón!! Yo detrás de mi marido gritando ¡¡déjalo, déjalo ¡! . La gente nos miraba, pero nadie hizo nada para cogerlo. Dimos un espectáculo, digno para una película.  El chico cruzo la avenida sorteando los coches con una  destreza impresionante; llegué  a tiempo de  alcanzar a Joaquín por el brazo antes de que cruzase  la avenida. Total él estaba rabioso y yo riendo como una loca. Las bolsas con la fruta acabaron  aplastadas en el  suelo totalmente inaprovechables.
Llegamos al hotel, sin mangos, sin chirimoyas, solo con la cadena del reloj que guardo como recuerdo.
En el hotel que estábamos, por aquellos días estaba también   el cantautor catalán Joan Manel Serrat, haciendo una gira por América del sur. Un día se presenta un joven pintor que había quedado con Serrat, para llevarle cinco cuadros para que escogiese. Yo, me encontraba en el vestíbulo con una amiga colombiana que resultaba ser amiga del pintor, y este, vino con nosotras mientras esperaba que le atendiese el cantante. Nos enseñó las pinturas. Estas eran expresionistas, y el nos describió con mucho sentimiento el motivo de cada obra. Yo le compré una. Mi amiga quiso, que le leyera, los poemas que había hecho a Colombia. Total, que al final  él me pidió que le hiciera una. Le contesté que lo intentaría.



Mi joven pintor                                   Dentro un sol resplandeciente
Que en el hotel                                   En una rama sin vida.
Tequendama te conocí                        La muerte supiste reflejar
Al leerte mis poemas                          Para confortar nuestro espíritu
Me pediste te dedicara una a ti         Al pensar, que aún sin vida
Te contesté: poeta no soy                  El sol, no deja de brillar
Solamente se escribir                          Es la luz de paz eterna
Si me dicta el corazón                          Que en la fe, encontraras
Es difícil para mí                                  
Un poema poderte dedicar                   Otra me hace presentir
Sin saber cuánto decías                        Que algo te hizo vibrar   
Era la pura verdad.                               Tal vez te darías cuenta  
 Mas lo voy a intentar                           De la ingratitud de la humanidad      
En memoria de otro pintor                   E inconscientemente 
De alma llena de sinceridad                 Pintaste la tempestad  
                                                               
Es difícil encontrar                                Más tu serena juventud  
A un joven de tu edad                            Te hizo reaccionar
Dentro de un mundo tan perverso        Verías detrás de la tormenta
Y con tanta frialdad                              El sol de nuevo brillar
Sentir hablar con tanto calor               Y un cuadro lleno de luz
De la fe y del amor                                volviste a pintar   
Era tanto tu vehemencia                           
Para hacerme comprender                    Vi, en la que te compré
Tu manera de pensar,                            Tus cuatro pinturas refundidas                    
Tu manera de sentir,                             Con tanta magnitud
Para ver en tus pinturas                       La vida… en  plenitud  
Lo que hay dentro de ti.                        La muerte… en luz 
                                                              La ingratitud… en tempestad 
Para mi ellas hablaron                          Y el Sol de nuevo brillar .
Con mucha más profundidad       
Porque en cada una de ellas vi                    En tu alegórica pintura                                
La expresión de una verdad                         Solo quiero ver tu bondad                            
                                                                     Quizás sin saberlo
La vida con toda su plenitud                       Tus sentimientos supiste reflejar
En el salto del Tenquendama plasmaste     Pintando al Ser supremo
Mostrando su grandeza                               Dentro de un turbulento mar
Y del agua su pureza                                   Porque comprendiste                    
Para hacernos olvidar                                 El era, la única verdad
Del mundo la maldad                                 Yo, te puedo asegurar
                                                                    Por los años que he vivido
                                                                    Por la dureza de la vida

                                                                      Que en los momentos
                                                                      De más negra oscuridad
                                                                      Solo en la Fe y el Amor
                                                                      La luz, vuelves a encontrar
                                                                      Dándote mayor fuerza
                                                                      Para de nuevo luchar.

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