En
el transcurso de mis vivencias, he descrito con
toda sinceridad las cosas buenas y otras
no tanto. Quiero también, dejar constancia con toda sinceridad, de las palabras
de una persona que hace años me definió
Era
un amigo del pueblo llamado Fermín, un señor mayor que después de buscar y remover
todos los archivos de Cataluña había terminado un libro de la historia de
nuestro pueblo. Muy satisfecho, un día me enseñó un Diploma, que le había
otorgado, el Decano de la
Universidad de Barcelona como premio a su libro. Por el cual
lo felicité.
Este
señor me corregía mis escritos en catalán. Un día, al ir a recoger uno de mis
escritos me dijo: María quiero decirte algo, pero no quisiera que te enfadases
conmigo. Tanto rebuscaba para disculparse que por último le dije: dímelo de una
vez, y no me hagas sufrir más. Lo siento pero hace tiempo que quiero decirte
que eres un brillante sin pulir. Respiré,
me sentí halagada, ya que un brillante sin pulir
no deja de ser un brillante.
Si, contestó, pero pulido
hubieras llegado lejos, cosa que ahora no podrás. Fermín le dije, este brillante
sin pulir ha llegado más lejos de lo que jamás pude imaginar. El me contesto; ya sé, que tu y
Joaquín habéis hecho muchas cosas, pero no me refería en este sentido. Me
marché diciéndole, esté tranquilo que no
me ha molestado, sino todo lo contrario.
Era
verdad; para mí, fueron las palabras más bonitas que una persona podía decirme.
Todos
los años recibía propaganda del cursillo de Relaciones Humanas de Dale Carnegie
que Eduardo Criado hacía en el Hotel
Ritz.
Muchas
veces había pensado en hacerlo, pero por el trabajo jamás lo intenté. Ahora
tenía la oportunidad de hacerlo; hacía días que había tomado la decisión de no
volver más al despacho. Estaba resentida
y furiosa con todos los trabajadores de casa. Joaquín estaba enfermo; había
sufrido un infarto y cuando el cardiólogo le preguntó a que se dedicaba, le
contestó que tenía una empresa. El
doctor le contestó que no era de extrañar su enfermedad, ya que en poco tiempo había atendido a varios empresarios igual que él. Este, era mi resentimiento contra ellos,
ya que en parte, consideraba que ellos eran los responsables del estado en que
se encontraba mi marido. Tal vez era injusto,
pero en aquellos momentos lo pensaba. Necesitaba cambiar de ambiente y
conocer gente nueva; el tremendo sinsabor que sentía dentro de mi alma me hacía
desconfiar de todo y eso es peor que no confiar en uno mismo.
Empecé el curso. El primer día todos los compañeros sentados en un
banco, que los
pies no nos llegaban al suelo. Nos preguntaron por qué queríamos hacer el cursillo.
Mi lugar era el penúltimo. Todos tenían título universitario y cargos importantes en
empresas; en aquellos momentos me hubiera gustado desaparecer, pero allí estaba. Así
que pensé “coge el toro por los cuernos” y sé sincera, al llegar a mí, contesté; en primer lugar quiero decir que no tengo ningún título universitario y que este cursillo no sé si lo necesito. Cuando lo hubiera necesitado por mi trabajo no pude hacerlo, ahora que no trabajo, he pensado hacerlo.
pies no nos llegaban al suelo. Nos preguntaron por qué queríamos hacer el cursillo.
Mi lugar era el penúltimo. Todos tenían título universitario y cargos importantes en
empresas; en aquellos momentos me hubiera gustado desaparecer, pero allí estaba. Así
que pensé “coge el toro por los cuernos” y sé sincera, al llegar a mí, contesté; en primer lugar quiero decir que no tengo ningún título universitario y que este cursillo no sé si lo necesito. Cuando lo hubiera necesitado por mi trabajo no pude hacerlo, ahora que no trabajo, he pensado hacerlo.
Así, acabó el primer día. Nos advirtieron que la próxima charla seria
sobre un hecho de nuestra infancia. No tuve que pensar mucho para saber lo que
diría. Todavía y a pesar de los años transcurridos guardaba en mi mente la
antipatía hacia la maestra que no me quiso
en su escuela y la expliqué. El caso es, que daban dos premios, uno por los votos de los compañeros y el otro
del instructor y sus monitores que consideraban la charla mejor. Mi sorpresa
fue cuando el instructor me llamó para darme el premio; era simplemente un
bolígrafo; igual que un chaval con
zapatos nuevos me fui contenta a casa con mi premio, para mí era muy importante.
De
una de las charlas, guardo un buen recuerdo de uno de mis compañeros del
cursillo. Se trataba de explicar una anécdota cómica pasada en el transcurso de
nuestra vida. La mayoría eran chicos de
treinta y cinco a cuarenta y cinco años, todos explicaron hechos humorísticos
de cuando habían hecho el servicio
militar. Mi charla fue sobre la primera vez que tuve en mis manos un teléfono.
Uno de nuestro compañeros era dibujante, hacía cómics y trabajaba en una
agencia publicitaria, a los quince días se nos presentó con todas la anécdotas
plasmadas en cómics, que nos regaló a cada uno de nosotros con una dedicatoria
muy simpática. Todos le felicitamos por su ocurrencia tan espontánea. Hoy forma parte en el álbum
de mis recuerdos.
Al
final del curso, el tema de la última charla era sobre lo que habíamos
aprendido durante el curso y las reglas que habíamos aplicado. Aquella semana,
había preparado mi charla. Pero debido a un imprevisto el mismo día cambié el
tema.
Dos
días antes, un chico que trabajaba en
casa viniendo, tuvo un accidente con su
moto y se mató.
Joaquín
por su estado no pudo ir al entierro. A pesar de que me había propuesto, no ver
jamás a ningún trabajador, le dije a mí
esposo, que yo sí que iría. Quería comprobar
si era capaz de aplicar las reglas que nos habían enseñado en el
cursillo. Joaquín temía que me disgustara y no quería que fuera.
Todos
los de la fábrica estaban presentes en el entierro y acompañamos al difunto
hasta el cementerio. Al llegar allí, con buena cara los saludé. Les di la mano
a todos y me dirigí a uno del comité que era de los más moderados, diciéndole:
Joaquín está enfermo, y yo también; dejamos a nuestros hijos en la fábrica, solamente
os pido, que los ayudéis, para que no pase igual que en la casa Humet (era la
fábrica más grande del pueblo y había cerrado) porque hoy, cuando se cierra una
fábrica ya no se vuelve abrir y todos salimos perjudicados. El contestó: Señora
María, esté tranquila por sus hijos, que nosotros haremos que la casa Alfaro,
jamás tenga que cerrar.
Esta
fue mi última charla del curso. El hecho era reciente, así que cuando hablaba
me emocionaba por lo que contagié a todos mis compañeros. El instructor me
abrazó y me besó diciéndome: María eres
una mujer maravillosa. Todos me dieron su voto y volví nuevamente a casa con un
bolígrafo como premio de mi última charla del curso Dale Carnegie. A partir de
este hecho, me reincorporé durante un
tiempo a mi despacho por las mañanas.
Este
año la Cámara
de Comercio organizó otra Feria en Sudamérica, esta vez en Ecuador.
A mi esposo le interesaba ir, ya que hacía
tiempo teníamos tratos con industriales de Bogotá para montar una Comercial
allí. España cada día estaba peor, las suspensiones de pagos estaban a la orden
del día y las empresas, una hacía caer a la otra. Abrir un mercado en
Sudamérica era la única salida que Joaquín veía para soportar el temporal; así
que decidimos ir a Ecuador.
Esta
vez no me gustaba ir; dejando a mis hijos dentro de una mar tan revuelta, me hacía sentir una
angustia que me desesperaba. Joaquín me decía que tenía que estar tranquila,
que no me preocupara, que él lo tenía todo bien atado y no pasaría nada. Hacía
pocos días se había firmado el Convenio de acuerdo con los trabajadores y habría
un tiempo de calma, además, preveía estar días
fuera de casa y quería que estuviésemos juntos.
Al
terminar la Feria
alquilamos un taxi y nos fuimos a Cuenca donde había un posible cliente. Por el
camino no vi nada que me llamara la atención, salvo unos pueblos que estaban
construidos totalmente con caña de bambú, sobre una plataforma sostenida con
gruesas cañas a un metro del suelo. Tanto las paredes como la plataforma eran
con la caña abierta y plana y las puertas y ventanas eran un agujero. Aquella parte es muy calurosa, ya que está a nivel del mar. Fuimos a la
fábrica del señor interesado en la máquina elevadora, pero tenía el patio en
tan malas condiciones que la máquina no hubiera funcionado y Joaquín prefirió
no venderla hasta que arreglara el patio.
También
con el taxi nos fuimos a Quito, el panorama era completamente diferente.
Cruzamos la cordillera de los Andes. En lo alto de aquellas montañas, sobre pequeñas llanuras se encontraba algún pueblo.
Antes de llegar a Quito estábamos a una altura de más de
La otra mitad de casas eran sencillas pero de construcción como las nuestras;
al preguntar al chofer a que era debido aquella diferencia, contestó: unos
practican la religión católica y los han enseñado a rezar y conformarse con lo
que tienen; los otros son protestantes, y además de enseñarles a rezar también les han
enseñado a trabajar. No puedo juzgar si las afirmaciones que nos hizo el chofer
son ciertas o no.
Al llegar a Quito los dos tuvimos el mal de altura. Quisimos visitar el mismo día el lugar más bonito, pero también era el más alto, sin saber que debíamos de esperar al siguiente día para hacerlo, ya que nuestro cuerpo no está habituado a estas alturas y se debe esperar para evitar lo que nos pasó. Solo hicimos lo imprescindible y nos marchamos, no obstante, antes de irnos visitamos una Iglesia que toda ella era de oro. Es impresionante, paredes y techo todo revestido de finas láminas de oro de unos
Para
volver a Guayaquil, hicimos otro recorrido, pasando por Sto. Domingo de las cabezas
rojas, con el fin de visitar a unos catalanes que montaban una fábrica de
cerámicas. Nos explicaron referente al
nombre del pueblo era debido a que antiguamente los habitantes llevaban
pintadas las cabezas de este color. Estos viven en las montañas, pero bajaban
al pueblo al mercado, para comprar y vender. Nosotros vimos a varios.
En
Guayaquil, vivían desde hacía años una familia de Sta. Perpetua, amigos de los
padres de Joaquín, y quisimos visitarlos. A pesar de que hacía mucho tiempo que
salieron de Cataluña y que gozaban de una buena posición, sin embargo se
añoraban mucho de su tierra. Pasamos todo el día hablando del pueblo y de los
cambios, que se habían producido desde
que ellos salieron. La señora, nos puso discos de sardanas y nos comentaba que
escuchaban mucha música catalana. Al sentirla hablar de esta manera, y
encontrarnos tan lejos de nuestra tierra, sentí una emoción tan fuerte que me
hizo llorar.
Unas
horas después sentí la necesidad de hablarle a mi querida Cataluña
Des
de terra equatoriana Desde tierra equatoriana
Una
filla catalana una hija catalana
Catalunya
avui per tu a plorat Cataluña, hoy por ti, ha llorado
Al
sentir el cant d´una sardana al oír el canto de una sardana
Tot
elseu cos ha vibrat. Todo su cuerpo ha vibrado
Un
gran mar ens a separa Un gran mar nos separa
Mès
la seva aigua es tan clara Pero
su agua, es tan clara
Que
veig el pirineo, Que veo el Pirineo
Veig
la blanca neu, veig el sol radiant, Veo, su blanca nieve, veo el
sol radiante
Que
l’està reflectin Que se está reflejando
I
esparpalls de foc, el continent han
creuat Chispas de fuego, el continen
te han cruzado
I
la nit equatoriana tot el cel a il-luminat. Y la noche Equatoriana todo el
Cielo ha iluminado
Sol
y lluna s’han trobat El Sol y la Luna se han encon-
trado
En
dolcesa s`han besat, Y con dulzura, se han besado
I
a te filla catalana Y a
tu hija catalana
En
fermesa aixi mateix li han parlat: Con firmeza, así mismo, le han
hablado
Deixa
de plorar, deixa de plorar, Deja
de llorar, deja de llorar..
Que no hi ha continent ni mar Que no hay continente, ni mar
Que no hi ha continent ni mar Que no hay continente, ni mar
Que
estimi a Catalunya Que quien a
Cataluña estime
Que
d’ella la pugin separar De ella la puedan
separar.
Hecho el trabajo en el Ecuador nos fuimos a Colombia, donde estábamos en tratos para montar una Comercial con tres industriales del país.
Estuvimos
más de dos meses en Colombia.
En Bogotá nos alojamos en el hotel Tequendama, más que hotel parecía un
pueblo internacional de ejecutivos en plena actividad. Había gente de todas las
razas. Desde el hotel hice una fotografía, para que se viera la montaña de
Monserrate. En ella, había una iglesia, y en el altar mayor, un Cristo con ese
mismo nombre, y que la gente de allí le tenían una veneración igual que nosotros a nuestra Virgen de Monserrat.
Desde
Bogotá nos fuimos con un jeep a Cúcuta, cruzando la cordillera oriental de los
Andes. La carretera, estrecha y llena de agujeros, parecía una cuerda dentro de
un saco, había tramos verdaderamente peligrosos; aunque llevábamos un conductor
acostumbrado a aquellos caminos, había momentos que temíamos saltar por
aquellos barrancos a los que no se veía
su fin. Las cruces que se encontraban en el camino demostraban la cantidad de
gente que había perdido la vida dentro de aquellas montañas. A pesar de estos
inconvenientes, el viaje fue magnífico. Era curioso, cuando estabas cerca de
algún pueblo, encontrábamos mujeres hilando y andando al mismo tiempo.
Era
un paisaje maravilloso, que jamás podías imaginar encontrar dentro de
aquellas montañas tan altas, cuando
pasamos por el valle de Tenza, daba la sensación que lo contemplabas desde un
avión. Dominando todo el valle y viendo la diversidad de colores verdes,
aquello parecía un inmenso mosaico
romano; tal como lo sentí le hablé.
Antes de alejarme de ti, verde dorado tu trigo
linda Colombia
preparándose para la siega.
te quiero cantar
Negra azabache tu tierra
toda tu belleza jugosa para su siembra,
que en estos días esperando ansiosa
he podido admirar unas manos amorosas
Desde tu capital sean rudas o callosas
a Cúcuta me dirigí
esparcen su semilla sobre ella
cruzando tu valle de Tenza cual madre agradecida
el que jamás pude imaginar, el fruto de sus entrañas
tanta grandeza ¡tanta belleza! en su día le hará entrega.
mis ojos contemplar. ¡Oh linda y
hermosa Colombia ¡
Todo tu valle es un inmenso jardín tu tierra es fértil y generosa
por que la diversidad de su verdor que tus hijos te sepan
valorar;
le da un mundo lleno solo así
podrás darle
de fantasía y color toda
tu riqueza, solo así,
Verde intenso son tus árboles, encontraran su bien
estar.
verde esmeralda tu hierba
Y aun puedo
decirte más ¡linda Colombia!
tus montañas
son tan altas
que parecen
rozar el cielo
y Dios
al tenerlas tan cerca
extendió su mano
convirtiendo todo tu Valle en
este hermoso e
inmenso mosaico romano
00000000000000000000000000000
PUESTA DE SOL EN LOS ANDES
Ayer al atardecer y antes de acostarse
cuando atrás sobre ella derramó
el Valle de Tenza dejé, un rayo de luz
escarlata
a lo lejos divisé
iluminando su montaña
en una de tus altas montañas de verde, azul, blanca y
encarnada
que parecía rozar el Cielo como si un pintor
una nube perezosa hubiese
dado pincelada
blanca como un copo de nieve dejando color arco iris
sobre de ella se deslizaba tu montaña pintada
igual que esponjoso algodón fino Fue un momento fugaz
suavemente acariciaba . que junto a ti
linda Colombia
Más el Sol celoso de la nube
blanca. no volveré a ver nunca
más.
también quiso embellecerla
Dos
días tardamos en llegar a Cúcuta, ya que nos paramos por el camino a visitar
fábricas de cerámica.
Coincidimos en Cúcuta con el día de mercadillo, donde
bajan los indios de la Guajira
una vez por semana a vender sus mercancías. Estos, según me explicaron, son colombianos,
lindantes con la frontera venezolana; más ellos no quieren ser ni de un país ni
del otro, están orgullosos de su estirpe y solo dicen ser guajirianos. Les
compré dos mantas juajirianas (dos vestidos típicos del país.)
A
pesar de no ser un viaje turístico lo
que nos llevó a Colombia, tuve ocasión de conocer un poco a aquella
gente.
Concretamente
En Bogota, con las personas que nos relacionábamos, vivían en la parte norte de
la ciudad y las fábricas las tenían en el sur, cosa que me facilitó para
conocer Bogotá de punta a punta. La
mayoría de las noches estuvimos invitados a cenar entre nuestros futuros
clientes. Nos reuníamos cada día los mismos, en diferentes casas. Joaquín era
la voz cantante en aquellas reuniones; todos estaban atentos a sus explicaciones.
Era curioso y me hacía gracia sentir
tratar a mi esposo de “ doctor Alfaro”; supongo que pensaban que era
ingeniero.
El
norte de la ciudad era fabuloso; zonas ajardinadas y de grandes mansiones; la
entrada a ellas, cerrada con un barrera y un guardia jurado con su casita.
Cuando
visitabas las fábricas ubicadas en el sur, la panorámica era tan diferente, que
no parecía solamente que habías cambiado de pueblo, si no de mundo. Era
increíble ver un cambio tan radical en una misma ciudad.
Iban
pasando los días y perfilando el montaje de la Comercial , a través de
los presuntos socios hicimos muchas amistades; tengo que decir que son una
gente de una simpatía encantadora y un trato tan amoroso, que si no hubiera
sido por mi estado intranquilo pensando en mis hijos y lo que había dejado en
casa, me hubieran sentido mucho mejor. Joaquín no paraba, todo el día haciendo
contactos entre unos y otros para prever las perspectivas de cara al
futuro. Volvía siempre muy ilusionado.
Recuerdo el día que vino lleno de entusiasmo. Mediante un presunto socio, había
conectado con el director principal del Banco Cafetero, importante como aquí el
Banco de España. Estos tenían un centenar de almacenes de café distribuidos por todo el país y se interesaron
por
Nuestras
máquinas. Se hicieron unas pruebas sobre
el terreno, en la máquina se tenía que hacer modificaciones para adaptarla a
sus necesidades y que funcionara. Esto, se quedó en proyecto a
fin de resolverlo en casa y nuevamente
volver allí para hacer pruebas.
Yo, a pesar de que muchas tardes venían unas
amigas, esposas de ceramistas, a buscarme al hotel para visitar la ciudad,
pasaba muchas horas sola y me entretenía leyendo y escribiendo.
Los
primeros días me sorprendió, una cosa muy natural pero que yo desconocía, era
que estabas en plena luz del día a las cinco de la tarde y de pronto, como si
se le diera a un interruptor quedábamos a
oscuras. Era de noche. Luna y
estrellas brillaban en el firmamento. Un día al contemplarlas pensé en mis hijos y hablando con ellos les envié
mentalmente un mensaje, claro, pero sin
llegar a su destino:
Luna plateada
al habernos alejado
como perla nacarada en un
tiempo de dureza
incrustada en el cielo estás y tan lleno de crudeza
junto a ti las estrellas es estar
frente a una Empresa
brillan con más intensidad donde no existe comprensión
convergiendo noche en día ni mucho menos compasión.
por la luz que tu irradias Diles que….
con serena claridad. sea
día, sea noche.
Al tu cara contemplar a Dios
pido con fervor
bondadosa y sonriente no los abandone,
en mi alma siento sean
fuertes y valientes,
tus rayos penetrar capaces
de resistir
para hacer mi tristeza olvidar todas las dificultades
Más yo te digo;
que les pueden surgir.
eso si puedes lograr Diles
que…
si entregas a mis hijos a mis nietecitas
el mensaje que te voy a dar. ansiosa su
abuelita
Mañana cuando junto a ellos estés esperando verlas está, y,
diles que…….
si mi Sandrita me conocerá
los rayos que hoy los alumbras y al verme en vez de
besarme
alumbrantes su madre ayer, se me echará a
llorar.
y están llenos
Y a mi pequeña Laia
de ternura y dulzura deseo con locura
conocerla ya,
que desde otro continente solo entre sueños
he visto
amorosa envié.
y quiero verla en realidad.
Diles que------- para estrecharla entre mis brazos
cada día que pasa acariciarla y besar.
más en mi pensamiento están Luna plateada
y cuanto más lejos de ellos, como perla nacarada
mi corazón más cerca de ellos está incrustada en el cielo estás,
Diles que…… junto
a tus estrellas
espero la noche
cual hija es más bella
por que en mis sueños siempre
están, no se puede precisar
siento el calor de sus besos tu me vas a comprender
y las caricias que me dan si te pido que a
mis hijos
pero siento tristeza, el
mensaje no les des
al pensar si sufrirán Bálsamo ha sido para mi
Mi corazón presiente al poderte
hablar así :
amarguras pasarán. mi
corazón se ha deshogado
Es pesada la carga mi tristeza ha pasado
que sobre ellos hemos dejado y no quiero recordar
ni a mis hijos dar ningún pesar. por si su alma está
Solo te pido como madre dentro la oscuridad
la luz que hoy me iluminas con tu serena luz
ilumines a ellos mañana llenarla de
claridad.
con mucha más intensidad
En setiembre recibimos noticias de casa. Habíamos aumentado la familia con la llegada
de mi segunda nieta Laia, hija de José mi hijo mayor. No hace falta decir que
nos llenó de alegría al recibir la noticia.
Unos
días despues, recibí una carta de mi nieta Sandra, la cual he querido colocarla
aquí. Así, ella la podrá recordar.
Al
cabo de unos días conteste a la carta de mi nieta Sandra, y también a Laia a
pesar de que ella no podía escribir también le escribi otra.
Sandra niñeta meva t’ix de dir Sandra niña mia, te tengo que decir
Quan la teva carta vam llegar que cuando leimos tu carta
Ens vas tant emocionar nos emocionamos tanto
Que els teus avis vas fer plorar que nos hiciste llorar
No dubto pas no dudo
Que més grandeta estàs que has crecido
Amb una forta abraçada con un fuerte abrazo
El nom d’avis expresar nuestros nombres dirás
Convençuda estic convencida estoy
Que canviada estaràs que cambiada estarás
Dels retrats que jo tinc de los retratos que tengo
Pels dos mesos que han passat después de dos meses que han pasado
Però pot estar segura pero puedes estar segura
Estimada nineta meva mi querida nieta
Mès bonica i mès Formosa preciosa y hermosa
Que més entremeliaduras faràs que
por más travesuras que hagas
I paraules mès diràs y palabras que me digas
Des de que et vaig deixar desde que te dejé
Però m’agradaria saber pero me gustaría saber
Si de dir avi has après si ha decir abuelo has aprendido
Que jo si et coneixeré yo si te conoceré
El que m’entristeix al pensar lo que me entristece, es el pensar
Si tu em reconeixeràs també si tu, también me reconocerás
Reineta meva Reina mía
Espero amb il-lusió, no tardar espero con ilusión, no tardar
Tenir-te entre els meus braços tenerte entre mis brazos
Poder-te acariciar poderte acariciar
I a la teva pícara carona y en tu pícara cara
Un
dolç petó donar un dulce beso darte.
A mi nieta Laia
Laia niñeta meva Laia niña mia
Encara no em coneixes todavía no meconoces
Així es que en vaig a presentar así, que me voy apresentar
Soc la teva avia María soy tu abuela María
Que de tu molt lluny està que de ti, muy lejos está
Les circumstancies no van permetre las circunstancias no me van permitir
Veure’t el món arribar verte llegar al mundo
Però aixo no ha sigut obstacle pero esto no ha sido obstáculo
Per poder-te ja estimar para poderte querer
Doncs des de que vas néixer pues desde que naciste
Dintre el meu cor et sento ja dentro de mi corazón estás
Un
dia no tenies de vida un dia, tu todavía no habías
nacido
Quan et vaig somnià y en sueños te
imaginaba
I et vaig veure tant petiteta y te veía tan pequeña
Igual que les niñetas igual que las
muñecas
Que tinc per col-leccionar que colecciono
I estaba tan atribolada y estaba tan
atabalada
Que no sabia por on t’agafaba que no sabía como cogerte
Quatre vegadas més cuatro veces más
Entre somnis t’he vist en mis sueños te he
visto.
Com un procès dia a dia y dia a dia
Es anat canviant has ido
cambiando
Cada vegada t’he vist més gran cada dia, te he visto mas grande
I de veritat niñeta y de verdad,
mi niña
El veure el teu retrat al ver el retrato
Que els teus pares m’han enviat que tus padres me han enviado
No m’ha sorprès no me ha
sorprendido
Es igual com t’havia sonmiat eres igual que te había soñado
Laia bonica i Formosa Laia, bonica y
preciosa
Pels pocs diez que tens por los pocos días que tienes
Es difícil m’entenguis aquests
moments es difícil que me entiendas
ahora
Mes no importan t’has de dir pero no importa, te tengo que decir
Que sento alegría al pensar que siento mucha alegía, al pensar
Que sense molt tardar que sin mucho
tardar
Veure els meus somnis veré mis sueños
Convertits en realitat convertidos en
realidad
Tenir-te entre els meus braços tenerte entre mis brazos
Poder-te amanyagar poderte arrullar
I a la teva carona y en tu carita
Un dolç petó donar un dulce beso
darte.
Un
día nuestro representante junto con su esposa quisieron darnos a conocer un
lugar histórico donde formó parte activa España.; no recuerdo el nombre de este
pueblo. El motivo es que había un pequeño puente donde España perdió la batalla,
al no poderlo pasar se retiraron del país. Nuestro representante nos quiso hacer una foto diciendo; el puente que
no pudieron cruzar los españoles lo cruzaran dos catalanes.
Junto a él hay una gran plaza y en medio una llama que hace años está encendida, también hay un monumento en memoria del general que ganó la batalla.
Acompañada
por las esposas de nuestros amigos, visité la Catedral de la Sal. Es una obra fabulosa,
una Catedral atípica, pero maravillosa.
Para llegar a ella, tuvimos que andar unos veinte minutos por un túnel con
muchas curvas y de mal andar sobre la sal, por ser muy fácil el resbalar,
además el fuerte olor de la sal
molestaba en la garganta.
Según los colombianos es única en el mundo, yo pensaba que tenían
razón.
Unos días más tarde con las mismas amigas visitamos el Museo del Oro. Es impresionante desde que entras en él. Organizan pequeños grupos parar visitar la sala, ya que es como una caja de caudales: se abre automáticamente y quedas encerrada en ella un determinado tiempo hasta que se abre de nuevo. Tomé nota de esta información que transcribo por encontrarla interesante, así como el poema.
Fundado en 1.939, el Museo del Oro de la Republica , cuenta con el
patrimonio más representativo de joyas prehispánicas a nivel mundial. Más de 33.000
de orfebrería, 13.000 de cerámica, 3.000 de líticos, 1.000 de concha,
provenientes de culturas indigenaza precolombinas como la Sinú , Tairona, Muísca,
Quimbaya, Calima, Nariño, Tumaco. San
Agustín y Tierradentro; son expuestas al público en forma didactica ilustrando,
al mismo tiempo, la cultura y mitología
de indígenas. Es notable el “Salón
Dorado” que se encuentra al final del recorrido, y que
reproduce el lugar mítico de la laguna de Guatavita,
con una muestra de 8.000 piezas de oro.
Según el
mito:
Con la fuerza de la luz,
El Sol creó el universo.
Y le dio vida y pertenencia.
También creó el jaguar
Con el calor de su poder,
Y la voz del trueno, que es la voz del
Sol.
El oro, lo infundió su potencia y su luz.
El Chaman, el poder de proteger a los
hombres.
El día en que el maíz se siembra,
El oro, semilla del Sol, se ofrece
Al agua en la laguna.
Y entonces la tierra florece, y de su
fruto…
Mis
amigas querían que visitase Monserrate. Como antes he comentado es una montaña
donde en la cumbre hay una iglesia y en el altar mayor está Jesucristo en la Cruz y su nombre es Monserrate;
por su blancura se destaca en toda su ciudad como aquí el Tibidabo. Es venerada igual que aquí la Virgen de Montserrat. Su
interés era porque les habían dicho que estaba allí la Virgen de Montserrat que
algún catalán había regalado. Si, había una Virgen, pero no era la Moreneta.
Al
día siguiente desde mi hotel y de cara a la montaña, así le hable;
Monserrate delante de mí estás, Ayer a tu montaña
Eres bella no se puede negar, Monserrate yo subí
Pero en parte tu belleza Porque me dijeron
Es la blancura de tu iglesia mi “ Moreneta” estaba allí.
Que se hace destacar Una vela yo compre
En toda tu ciudad, para darte un poco de luz
En cuanto tu montaña mi cara pudieras ver
Es igual a la demás y tal vez reconocer
Sin pasión te voy a describir era hija de tu tierra
Mi montaña catalana hace días lejos de ella
En el mundo no hay otra igual, y mi tristeza hacer desaparecer
De belleza tan original, Más al llegar
Toda ella es una escultura si una Virgen encontré
Incapaz de realizar pero tuve desilusión
Mano de hombre alguna, por no ser tu mi “Moreneta”
¡ Tanta grandeza…! La que yo esperaba ver,
¡ Tanta belleza…! Para hacerme olvidar
Y de haber un escultor mi nostalgia y mi pesar
Este es solo el Señor. ´ Más al momento reaccioné
La pureza de su piedra y a la Virgen le dije: ¡¡perdóname!!
Tan bien moldeada está, que importe sea tu nombre
Es toda una filigrana Carmen o Mercedes
Formando un ·serrat· si eres la misma Madre
Ganándose su bello nombre del Dios que me vio a nacer.
¡¡ MONTAÑA DE MONTSERRAT ¡! Así
que, la vela yo encendí
Orgullo de nuestra tierra, y a la Virgen prometí,
Porque en ella encierra que al pisar de nuevo tierra Colombiana
En su divina iglesia Monserrate haría entrega
Nuestra MORENETA de mi Virgen catalana
Nuestra Virgen venerada y al sentir nostalgia de
mi tierra
De todos los catalanes a ella recurrir…ya que junto a ella
Madre fue proclamada. Mi espíritu en Cataluña haría revivir.
A
primeros de diciembre, y a pesar de que estaba muy adelantado el montaje
de la Comercial ,
no veíamos el final. Aquella buena gente todo lo que tenían de simpáticos lo tenían de calmosos. Había que estar
encima de ellos para que las cosas funcionasen.
Tengo
una anécdota, que no quiero dejar de
comentar por lo cómica que fue. Estábamos en el hotel, eran las siete de la
tarde, cuando Joaquín me dijo: Vamos a
dar un paseo. Yo le advertí que
era peligroso. Por la mañana había ido a ver una amiga que estaba a tres
manzanas del hotel Tequendama, que está
situado en una gran avenida, mucho más ancha que la
Diagonal , de Barcelona. Se puso a llover, por lo que me refugié en una tienda; la dueña, me dijo que era un atrevimiento ir sola por
allí, pues había muchos rateros y a los extranjeros les robaban todo lo que
podían. Dejó de llover y me fui. Parada en un semáforo un señor me repitió lo
mismo, al llegar a la oficina mi amiga
ídem de ídem. Joaquín mirando en la ventana me dijo; no seas tonta, mira
cuanta gente va por la calle. Salimos a pasear por la gran Avenida, en ella
vendían fruta como aquí las paradas de helados. Compramos chirimoyas y mangos excesivamente
maduros, nos las pusieron dentro de dos bolsas de papel, las llevábamos en el
brazo como si fuese un crio. . Los dos íbamos con gabardina, el brazo donde se
lleva el reloj cogido al mío así como
también la mano y mirando al suelo, porque que había unos agujeros que podías
esconderte en ellos. De pronto Joaquín alarmado me deja de la mano y se la pone
sobre su reloj y me dice: ¡ “ ostras”! pensaba que me habían robado el reloj,
mientras, estira de la cadena, y en ella
el reloj
había desaparecido. Al momento vimos un chico de unos diez y siete años que corría como una liebre; mi marido detrás de él
gritando ¡¡ladrón, ladrón!! Yo detrás de mi marido gritando ¡¡déjalo, déjalo ¡! . La gente nos miraba, pero nadie hizo nada para cogerlo. Dimos un espectáculo, digno para una película. El chico cruzo la avenida sorteando los coches con una destreza impresionante; llegué a tiempo de alcanzar a Joaquín por el brazo antes de que cruzase la avenida. Total él estaba rabioso y yo riendo como una loca. Las bolsas con la fruta acabaron aplastadas en el suelo totalmente inaprovechables.
había desaparecido. Al momento vimos un chico de unos diez y siete años que corría como una liebre; mi marido detrás de él
gritando ¡¡ladrón, ladrón!! Yo detrás de mi marido gritando ¡¡déjalo, déjalo ¡! . La gente nos miraba, pero nadie hizo nada para cogerlo. Dimos un espectáculo, digno para una película. El chico cruzo la avenida sorteando los coches con una destreza impresionante; llegué a tiempo de alcanzar a Joaquín por el brazo antes de que cruzase la avenida. Total él estaba rabioso y yo riendo como una loca. Las bolsas con la fruta acabaron aplastadas en el suelo totalmente inaprovechables.
Llegamos al hotel, sin mangos,
sin chirimoyas, solo con la cadena del reloj que guardo como recuerdo.
En
el hotel que estábamos, por aquellos días estaba también el cantautor catalán Joan Manel Serrat,
haciendo una gira por América del sur. Un día se presenta un joven pintor que
había quedado con Serrat, para llevarle cinco cuadros para que escogiese. Yo,
me encontraba en el vestíbulo con una amiga colombiana que resultaba ser amiga
del pintor, y este, vino con nosotras mientras esperaba que le atendiese el
cantante. Nos enseñó las pinturas. Estas eran expresionistas, y el nos describió
con mucho sentimiento el motivo de cada obra. Yo le compré una. Mi amiga quiso,
que le leyera, los poemas que había hecho a Colombia. Total, que al final él me pidió que le hiciera una. Le contesté
que lo intentaría.
Mi joven pintor Dentro un sol resplandeciente
Que en el hotel En una rama sin vida.
Tequendama te conocí La muerte supiste reflejar
Al leerte mis poemas Para confortar nuestro espíritu
Me pediste te dedicara una a ti Al
pensar, que aún sin vida
Te contesté: poeta no soy El sol, no deja de brillar
Solamente se escribir Es la
luz de paz eterna
Si me dicta el corazón Que en la fe, encontraras
Es difícil para mí
Un poema poderte dedicar Otra me hace presentir
Sin saber cuánto decías Que algo te hizo vibrar
Era la pura verdad. Tal
vez te darías cuenta
Mas lo voy a intentar De la ingratitud de la humanidad
En memoria de otro pintor E inconscientemente
De alma llena de sinceridad Pintaste la tempestad
Es difícil encontrar Más tu
serena juventud
A un joven de tu edad Te hizo reaccionar
Dentro de un mundo tan perverso Verías detrás de la tormenta
Y con tanta frialdad El sol de nuevo brillar
Sentir hablar con tanto calor Y un cuadro lleno de luz
De la fe y del amor volviste a pintar
Era tanto tu vehemencia
Para hacerme comprender Vi, en la que te compré
Tu manera de pensar, Tus cuatro pinturas
refundidas
Tu manera de sentir, Con tanta magnitud
Para ver en tus pinturas La vida… en plenitud
Lo que hay dentro de ti. La muerte… en luz
La ingratitud… en
tempestad
Para mi ellas hablaron Y el Sol de nuevo
brillar .
Con mucha más profundidad
Porque en cada una de ellas vi En tu alegórica
pintura
La expresión de una verdad Solo quiero ver tu
bondad
Quizás sin saberlo
La vida con toda su plenitud Tus sentimientos supiste reflejar
En el salto del Tenquendama plasmaste Pintando al Ser supremo
Mostrando su grandeza Dentro de un
turbulento mar
Y del agua su pureza Porque
comprendiste
Para hacernos olvidar El era, la única verdad
Del mundo la maldad Yo, te puedo
asegurar
Por los años que he vivido
Por la dureza de la vida
Que en
los momentos
De más negra
oscuridad
Solo
en la Fe y el Amor
La luz, vuelves a encontrar
Dándote mayor fuerza
Para de nuevo luchar.
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